viernes, 24 de octubre de 2014

El Destructor Parte III “Rompimiento de la Maldición”


Enfoque

El Destructor
Parte III
“Rompimiento de la Maldición”

Propósito

Ofrecer un entendimiento genuino tanto al creyente como al no creyente en cuanto al poder de Nuestro amado Jesús y de Nuestro Amado Espíritu Santo para abolir de forma inmediata el operar del destructor, el cual hoy en día persiste en violentar el bienestar del hombre.

Desarrollo

El demonio destructor una vez inmiscuido dentro del caminar del hombre no parara en acabar con los bienes obtenido que haya alcanzado la persona, con el propósito de violentar su forma de pensar como la de actuar lo que generara que entre en un estado de shop por todo los acontecimientos que se le presentan y aparentemente sin encontrar la salida a la solución de su problema, pues cuando el individuo apena pueda reaccionar por lo que está aconteciendo en su vida de seguro ya ha sido inducido por otras clases de demonio producto al operar del destructor, cambiando así un ambiente de paz en uno de violencia, frustración, amargura, resentimiento, envidia, entre otros comportamientos que pueda reflejarse para tales momentos, claro que estos hechos también son manipulados por los mismos demonios con la intención de agravar la situación, ya que el hombre al ensuciar su corazón con estos males notoriamente dará paso al pecado y con él ha diversidades de demonios que están dichosos para entrar y deshacer a su merced todo lo que encuentren a su paso debido al derecho legal obtenido.

Ahora bien, para romper la maldición así como para romper toda atadura es necesario reconocer el problema e incluso ver en primera persona el responsable de tales actos para poder así atacar contundentemente al agresor y evitar que de nuevo tome el lugar que una vez obtuvo producto al pase de cortesía que se le ofreció por incidir en un pecadito, pues si a esto se le puede llamar así, porque un pecado es un pecado fuera como fuera, esto es debido que los demonios no le importan lo mínimo o lo máximo para ello el pecado es el permiso que tanto anhela para entrar en la vida del hombre.

Partiendo de este punto, hay que dar paso al único que puede demostrarnos el mundo espiritual de la manera correcta, es decir el hombre espiritual entendido podrá acceder y salir del plano espiritual sin daño alguno a la hora y en el momento que se le indique para poder así romper con la maldición de una vez por toda donde los demonios no puedan más violentar el bienestar de la sociedad, bueno esta persona es nuestro amado Espíritu Santo ya que de él proviene el poder para abolir toda maldición que se haya, este y estará haciendo por satanás con sus huestes de maldad, sin embargo para poder contar con su apoyo es necesario reconocer como nuestro Señor y Redentor a nuestro amado Jesús quien fue el único responsable de hacer que el hombre cuente con esta gracia en virtud al sacrificio injusto que opto en la cruz del calvario para la salvación de la humanidad.

Por lo tanto, al estar nuestro amado Espíritu Santo dentro del ser interior como exterior del hombre dotara a este de dones espirituales que le permitan reconocer el mundo espiritual de donde proviene todo, por ello para poder romper la maldición del destructor es necesario una Relación Íntima y Privada con su persona para que la obediencia a sus orientaciones sean la razón de ser del hombre el cual le permitirá alejarse del mal y mantener la santidad que le permita tener la autoridad de echar fuera el demonio en el nombre de Jesús, por ende, toda maldición será revocada cuando los mandamientos, estatutos y designios proveniente de nuestro Padre Celestial sean atendido con genuida lo que hará que el Reino Celestial apoye a la persona que busque la protección Divina para el cual se le otorgara de forma inmediata.

En este sentido, nuestro amado Espíritu Santo a través de la obediencia otorgara el don de discernimiento de espíritus con el objetivo de observar en primera persona al demonio en este caso al destructor para que así se identifique el causante de la maldición, obviamente basado en la orientación y la guía de nuestro amado Espíritu Santo, pues como ya anteriormente lo mencione el permitirá la entrada y la salida correcta de este plano como también indicara lo que hay que hacer paso tras paso para eliminar definitivamente la operación maligna.

Para soportar y fortalecer la determinación de la persona que busca la ayuda le es necesario ayunar y orar para poder elevar su nivel de espiritualidad que le permita operar en este medio de forma natural y así como podrá romper la maldición en su vida también será objeto de bendición a otros, pues será un arma efectiva para ayudar a otras personas que están viviendo similares circunstancia, ya sea por desconocimiento de esta realidad o por el pleno conocimiento de lo que acontece, no obstante obvian los sucesos por miedo o por el simple hecho de ignorar lo que están viviendo en virtud a la circunstancia del pecado.

Por tal motivo aunque nuestro Padre Celestial, nuestro amado Jesús y nuestro amado Espiritu Santo quieran ayudarlo no de dejan, sin embargo si ellos no quieren la ayuda nuestro Dios es tan grande y misericordioso que la provee por otro lado con el objetivo de que un día reconozcan con genuida lo que el enemigo hace en la vida del hombre pecador.

Visto de esta forma, para el rompimiento de la maldición que lleva a cabo el demonio llamado destrucción es necesario mantener una Relación Íntima y privada con nuestro amado Espiritu Santo para ser proveído de toda sabiduría, conocimiento y entendimiento el cual permita reconocer el amor que nuestro Padre Celestial nos tiene e igualmente hacerle frente al operar de satanás con sus demonios.

Oración

Padre Celestial hoy en día me encuentro delante de tu presencia en el nombre de Mi Amado Jesús y de mi Amado Espíritu Santo, por lo cual pido perdón por todos mis pecados, rebelión e iniquidad que haya cometido tanto consiente como inconsciente pues reconozco que estas acciones me alejan de tu presencia, de tal manera alabo tu nombre por tus grandes misericordia, hoy en día Mi Amado Jesús te pido que me bañes con tu preciosa sangre para que remidas mis pecados y con humildad te pido amado Espíritu Santo que mores en mi ser interior como exterior para que me orientes y me guíes constantemente en mi caminar, por ello con un corazón humillado te pido que rompas la maldición del demonio llamado destructor el cual ha hecho estrago en mi vida, como también te pido el don de discernimiento de espíritus para observar en primera persona el operar de los demonios y así obtener un entendimiento claro de la realidad, el cual me permita afianzar cada vez más la necesidad de crecer espiritualmente a través de la obediencia para así no tan solo hacerle frente a este demonio sino a todo aquel que pueda violentar mi vida como a los seres que me rodean. Amen, Amen y Amen.


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