El Destructor Parte I “Operación del Enemigo”
Enfoque
El Destructor
Parte I
“Operación del Enemigo”
Propósito
Mostrar la operación del
demonio destructor, para que el creyente pueda reconocer cuando está bajo
ataque y para el no creyente que tenga una comprensión de lo que está
aconteciendo a su alrededor cuando esta clase de demonio lleva a cabo su
trabajo.
Desarrollo
En la actualidad el hombre
se ve sometido a la influencia maligna, que son llevadas a cabo por satanás con
sus demonios con el objetivo de hacer retroceder y destruir su forma de pensar
como de actuar delante de la circunstancia que se le presenta, para ello uno de
los demonios que opera, con el propósito de cambiar la forma de actuar en la
persona, a través de la alteración de sus emociones, es el destructor, lo cual
hace que la actitud pasiva se convierta en agresiva en cuestión de segundos. En
este sentido el hombre que sufre este ataque demoniaco no tan solo es el
creyente sino todo aquel que vive y respira en el plano terrenal, todo ello con
el fin de hacer menguar la fe del cristiano y de alterar notoriamente la forma
de pensar del inconverso.
Ahora bien, este demonio
llamado destructor, su único objetivo es destruir como su propio nombre lo
dice, pero bien, ¿Qué destruye?, realmente todo. Ya sea bienes materiales
tangibles e intangibles, entre los tangibles carros, motos, casas, aire acondicionado,
ropa edificio siembras agrícolas e infinidades de objetos que pueda ofrecer una
mejora al hombre, en cuanto a lo intangible cuenta bancaria a través del
perdida del sistema, movilización vía web que pueda requerir una persona para
su desarrollo personal o social. Al respecto este demonio destruye todo lo que
toca, para quitar inmediatamente todo bien que pueda poseer el individuo con el
propósito de inferir en su forma de actuar y de pensar en el momento que
acontece tales adversidades.
El demonio destructor lleva
a cabo sus planes de forma predeterminada para hacer estrago en la vida del
hombre, pues al destruir un bien material tangible o intangible hará que la
perspectiva del individuo, cambie de lo bueno o pasivo a lo malo y ofensivo, en
todos los sentidos, lo que de una u otra forma, hará que el pecado entre en su
vida y con ello el derecho legal que le permita seguir obrando de forma
predeterminada, es decir; siga continuando en el operar de su oficio ya no con
objetos secundarios sino primarios que realmente descontrolen la aptitud y la
forma de pensar de la persona haciendo que prolifere palabra de maldición en
prima distancia, para luego convertirse en un agresor potencial delante del
medio que lo rodea.
Es por esto, que este tipo
de demonio está vinculado en llevar a la pobreza al hombre, como también el
alterar el ámbito terrenal con acciones violentas que son impulsadas del plano
espiritual, al hombre que consiente o inconsciente de la realidad de este
ambiente se ve expuesto con la maquinación de este tipo de demonio, es de
manifestar que el hombre consciente del plano espiritual puede observar cuando
y como lleva a cabo su forma de operar, no obstante sino cuanta con las
herramientas espirituales divinas será imposible reprenderlo e incluso, el
hombre que sepa de las armas espirituales pero que su proceder está en pecado,
lamentablemente vera al destructor hacer muy bien su trabajo, y no podrá
impedirlo pues la santidad es necesario para concebir la autoridad que delega
nuestro amado Jesús y nuestro amado Espiritu Santo, para estos caso el
destructor conseguirá lo que andaba buscando y por lo que la persona se verá
limitada en hacer retroceder a este demonio, pues también el hombre retrocederá
ante la hueste demoniaca pues la intimidación jugara un papel importante que
impedirá enfrentarle cara a cara ya que el pecado se encuentra en la tabla de
juego
Por otra parte, el hombre
inconverso o mundano carente de entendimiento se ve sumergido en esta guerra
sin hacer resistencia pues no puede ver la operación ni mucho menos enfrentar
al demonio, sin embargo, a pesar de que lo pueda ver no podrá hacer nada, pues
no cuenta con el respaldo divino ya que el pecado es el derecho que tiene el
demonio con su persona y no dejara que nadie se interponga, al menos que la
persona se arrepienta y acepte a nuestro señor Jesús como su salvador y lo
reconozca como el unigénito de nuestro padre celestial.
Si bien es cierto, el
cristiano como el inconverso están forjados por cuerpo alma y espíritu, por lo
tanto ambos están preparados para ver el mundo espiritual, no obstante el
inconverso lo obvia a pesar de que está viviendo hechos espirituales y si el
caso fuero no le puede dar una explicación racional de lo que está pasando, por
lo que opta en olvidar lo que está viviendo, pues sabe muy bien que si lo
manifiesta al medio que lo rodean, no lo entenderán y lo acusara de loco hasta
rechazarlo, el cual es el miedo que tiene toda persona que vive esta realidad,
claro este hecho también es un ataque del demonio para que el hombre se sienta
aislado y pueda seguir obrando liberalmente.
Es por esto que el hombre
espiritual entendido, es decir el individuo que reconoce y entiende el mundo
espiritual y conjuntamente obedece los mandamientos y estatutos que encomienda
nuestro Padre Celestial, es el único que puede repeler el ataque del demonio de
forma inmediata y para ello la única forma de prevalecer en tales condiciones
es necesario ser obedientes a las orientaciones de nuestro amado Espiritu Santo
para permanecer en santidad, por lo tanto para obtener este resultado es
pertinente mantener una relación íntima y privada con su persona para obtener
la sabiduría, el conocimiento y el entendimiento en cuanto a cómo funciona las
cosas y como poder ofrecer una solución al problema que obviamente se brindara
de forma rápida pues nuestro amado Jesús murió por ello.
Oración
Amado Jesucristo reconozco que eres mi señor
y salvador, y que moriste por mí en la Cruz del Calvario por los pecados que
antecedían a mi persona y notoriamente me alejaban de mi Padre Celestial, hoy
en día en tu nombre te pido perdón genuinamente y te pido que intervengas en mi
vida para romper la maldición del demonio llamado destrucción el cual a
irrumpido en mi bienestar ocasionando que el pecado florezca en mi caminar, por
ello reconozco que soy débil y no tengo el control de tal situación pero si sé
que tu poder si puede romper todo yugo en segundos. Por ello, te doy Gracias
por escuchas mi oración y te ruego que nunca quites de mi el Espíritu Santo,
pues se que es a través de él que puedo elevar mis oraciones día y noche y ser
escuchado, Gracia…, Amen, Amen y Amen.
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